Crecí en un ambiente bastante científico. Los niños iban a la escuela y los adultos iban a trabajar. Había que sacar buenas notas y nunca podías encontrar dinero en la calle. Los cuentos de hadas eran para niños y los adultos tenían sus propios asuntos de adultos. A los adultos les tenías que decir  «buenos días», cederles el paso y había que escucharlos. Los niños no tenían ni voz ni voto y los adultos tenían muchos problemas. Los niños no podían hablar de sus problemas porque sus asuntos eran «infantiles», mientras que los adultos hablaban de ellos todo el tiempo. Todo era difícil, apoyado con los suspiros, y los demás siempre lo hacían todo mejor. Y siempre se escuchaba: «cuando crezcas lo entenderás». Así crecí y, para ser honesta, no entendí nada. O tal vez lo único que entendí era la causa de los suspiros – era un sonido de impotencia. Resultó que el mundo fue despiadado, y las hadas madrinas y los milagros aparecen solo en los cuentos de hadas, sin mencionar al hermoso príncipe sobre un caballo blanco. Y cuando sucedía, o el caballo era prestado o el príncipe estaba maquillado. Cuando teníamos que elegir entre el amor y el dinero, las mamás, tías y abuelas siempre decían: Hija, qué vas a sacar de este amor … Normalmente esto era una masacre, todos los ideales y sueños se iban al infierno con la velocidad de la luz. Todo lo que se podía hacer era… suspirar.

Decidí compartir contigo la atmósfera de mi temprana edad adulta, porque fue un comienzo bastante difícil. Además, según los consejos de las personas supuestamente experimentadas, había que cerrar el pico, arremangarse y ponerse manos a la obra. Ah, y me olvidé agregar que no había mucho que esperar.

Pero sabes, sentí que algo tocaba en mi alma y había un problema aquí, porque tendría que matarlo para vivir como me aconsejaban. Así que me puse de pie y dije: NO – STOP – ¡YO QUIERO ALGO DIFERENTE! No recibí apoyo, pero me negué y aposté por el amor, en lugar de la estabilidad, y «quedarme completamente sin nada» en lugar de la manipulación y aferrarse a un nido cómodo, a los proverbiales cien pájaros volando, la libertad, aposté por la honestidad y el derecho a elegir. Y de hecho, todo lo que me quedó de entonces fue una fe ciega de que seguir a mis sentimientos e instintos erá lo mejor para mí.

Eso es todo, ahora ya voy a hablar sobre el tema.

En resumen, es estar creando tú presente. Mucho se ha escrito al respecto, y miles de estudios y experimentos confirman que nosotros mismos construimos la realidad que nos rodea, por lo que evitaré volver a hablar de la evidencia de que esto es posible. Para los «incrédulos» sólo tengo cuatro palabras: La fe obra milagros :D Para los interesados, recomiendo el documento del Dr. Bruce Lipton «La biología de la creencia»:

y el libro «Mente sobre materia» de Church Dawson. De manera interesante y con pruebas científicas, los autores explican el proceso de creación y cómo nos afecta a nosotros y a nuestro entorno. Si, como yo, necesitas datos y te gusta comprender de qué se trata, entonces estas dos propuestas son perfectas para “Ti”.

La ciencia actual confirma abiertamente lo que antes dejaba a los místicos, chamanes y curanderos: todo es energía y esta energía puede moldearse. También confirma que creemos, organicemos, compongamos, formemos, construyamos, definamos, programemos y demos forma al mundo en el que vivimos.
Nuestras células son unas «antenas» únicas que reciben información del entorno y, después de analizarla, a una velocidad ultra rápida, la mente prepara una respuesta.
Cada segundo «cambiamos» alrededor de 810.000 células, cada una de las cuales se reproduce de acuerdo con su propio patrón, transmitiendo este mismo patrón. La investigación también muestra que las células nacidas en un entorno amigable y óptimo tienen información registrada con contenido similar. Y las células que se crean en un entorno hostil, envían tales señales y esperan respuestas similares. El entorno y el medio ambiente también son nuestro estado emocional.

¿Cuál es la conclusion? Cuando estás de buen humor creas un ambiente positivo y cuando no estás satisfecho, creas un ambiente negativo. Creas y atraes. La Ley de Atracción dice que lo parecido atrae a lo parecido, y no se trata solo de las personas. Atraemos eventos que confirman nuestro estado interior, nuestras verdaderas creencias y programas subconscientes. Atraemos un mundo que se corresponde al contenido de nuestra creación.

Entonces, crear vida es programar conscientemente el futuro, ¿verdad?
Bueno, no realmente… por un lado sí, pero…

Asociamos la creación con un proceso creativo y este proceso como tal es consciente o al menos intencional. Y abordando así el asunto, habría que enfatizar que cuando hablamos de crear vida, nos referimos a un proceso consciente, en contraposición a otro proceso inconsciente. Pero en el caso de la vida, el asunto es … más serio y requiere palabras mayores.

La expresión «crear vida» comunica sólo la información de que la vida no es un producto permanente, no es predeterminada o creada y dirigida por otra persona, por ejemplo, por Dios. Creamos nuestras propias vidas. Para la mayoría de las personas, este proceso ocurre involuntariamente, pero nunca automáticamente. En cada momento tomamos decisiones sobre cómo queremos tratar lo que nos sucede.
El hombre toma decisiones de acuerdo con la Ley del Libre Albedrío y no es solo porque sea su derecho. Esta Ley se escribe con mayúscula y nos da total libre albedrío. Esto significa que nosotros mismos decidimos todo y, por tanto, somos responsables de todas nuestras decisiones.

¿ … y el subconsciente? ¿Negarás que está actuando inconscientemente? Hoy todo el mundo sabe lo que es el subconsciente y si haces algo subconscientemente, no tienes ninguna influencia en ello, ¿sí o no?

Bueno … sí y no.

Precioso … ¿Estás sugiriendo que puedes estar inconsciente y consciente al mismo tiempo? Bueno, pues aquí no nos vamos a poner de acuerdo…

El concepto generalmente aceptado asume que las acciones subconscientes son inconscientes porque van más allá de nuestra conciencia : ) Y razonando de acuerdo con él, se debe distinguir entre el proceso consciente y las acciones inconscientes. Solo que desde el punto de vista de La Conciencia tienes libre acceso al Subconsciente, tienes influencia sobre los procesos que tienen lugar en él y, en consecuencia, puedes controlarlos. Realmente no existe el inconsciente como lo opuesto a la conciencia. Puedes negarlo y puedes tener mil argumentos, no lo enseñaron en la escuela y probablemente no lo harán nunca, pero los hechos son hechos. Ya no hay excusas: si quieres, puedes aprender o desaprender : )

Cuando escribo Conciencia, me refiero a la sabiduría interior, nuestro Ser omnisciente. El uso más común de esta palabra es cúando se piensa en «atención plena», pero esta tiene dos significados diferentes. La conciencia comúnmente utilizada por la «c» minúscula es precisamente la atención plena, el estado de prestar atención a algo, centrarse en algo, tener conocimiento sobre algo. Preguntamos: ¿Estás consciente de esto? y nos referimos a si algiuen tiene conocimientos específicos sobre un tema determinado. Así es como entendemos esta palabra y la usamos en ese sentido. Esta comprensión también implica la existencia de desconocimiento, es decir, falta de conocimiento sobre un tema determinado, el estado de no prestar atención a algo, realizar actividades de forma involuntaria, automática. Entonces decimos que no estábamos conscientes de algo.
Pero la Conciencia sobre la que estoy escribiendo es la Conciencia con la «C» mayúscula, es nuestro verdadero Ser, la fuerza interior que fluye de la Fuente de la Vida Eterna, el estado del ser.

Y así, con todo esto en mente, la frase «creando vida» define de antemano el proceso Consciente, aunque prefieras no participar y dejar que lo «cree» tu Subconsciente. Se podría decir que estás haciendo algo inconscientemente, pero en realidad, en el nivel de la decisión estas aceptando lo que pasa. No estoy bromeando en absoluto. Intentaré explicártelo todo.

De acuerdo con mis conocimientos, crear vida es un proceso que transcurre en tres etapas.

La primera es cuando se escribe el contenido: puede ser automático o intencional. El grabado automático continúa todo el tiempo. Reaccionamos al mundo interior y exterior de acuerdo con nuestros programas cuando aceptamos lo que vemos y oímos, y cuando lo negamos. La objeción suele ser el resultado del contenido ya existente y, por tanto, lo confirma. La transcripción intencional es un esfuerzo activo orientado a cambiar el contenido de nuestros programas. Ocurre cuando cambiamos intencionalmente nuestro comportamiento, hábitos, reacciones, opiniones o cosmovisión.

La segunda etapa es la reproducción de la grabación. Es un mecanismo interesante, pero bastante complicado, y permíteme explicarlo en otro artículo. Podemos influir en él modificando el contenido subconsciente y valorando claramente el propósito de nuestras actividades, pero normalmente no participamos «activamente» en él. Lo que nos pasa todos los días, los eventos en los que participamos, constituyen su efecto final.

La tercera etapa es la observación y evaluación de sucesos. Es muy importante porque las demás etapas dependen en gran medida de él. Es una parte indispensable y a menudo involuntaria de nuestras vidas, porque la mayoría de nosotros no nos damos cuenta de lo importantes que son nuestras reacciones y pensamientos sobre lo que sucede en nuestra vida diaria. Reaccionamos y evaluamos todo lo que nos encontramos: desde el color de la blusa de la presentadora de televisión hasta los pensamientos, emociones y sentimientos que aparecen en nosotros. Esta valoración, aunque a veces es difícil de comprender, es el resultado de nuestros registros, pero también es, y esto es más importante, la base de la creación futura. Por eso esta etapa es tan importante.

Estos tres pasos crean un proceso que es casi imperceptible para la mayoría de las personas. Pero nos guste o no, así es como cada uno de nosotros crea su propia vida.

Algunos creen que recibimos La Conciencia al nacer, otros creen que ya durante el embarazo y otros que un tiempo antes de la concepción. Pero, ¿ya tenemos algún contenido escrito cuando nacemos o nacemos como una «hoja en blanco»? Las opiniones están divididas sobre este tema. En algunos casos incluso puede parecerse al famoso refrán: ¿Que fue el primero el huevo o la gallina? :D
Sin embargo, independientemente de cuándo aparezca el primer registro, lo cierto es que durante el embarazo y en los primeros años estamos sujetos a los programas subconscientes y decisiones de nuestros familiares. También absorbemos todo lo que vemos y oímos en esta etapa sin ningún filtro. Observamos, experimentamos, grabamos y actuamos. Creamos creencias y apegos. Creamos una base para futuras creaciones.
A medida que crecemos, somos cada vez más exigentes, nos oponemos más a menudo y queremos más. Creemos que nos lo merecemos. Esta es una etapa importante, porque crea una creencia acerca de nuestras capacidades. Si nuestros padres nos «demuestran» que no podemos, no podremos hacerlo en el futuro. Si en cambio nos enseñan cómo distinguir un buen cambio del cambio innesesario y cómo cambiar, sentiremos que podemos y seremos capaces de hacerlo en nuestro beneficio.
Después de un período de rebelión, es el momento de la aceptación. Si nuestra vida va como se esperaba, la aceptamos, y si es peor de lo que podemos aceptar, seguimos lo que nos han enseñado: intentamos cambiarlo, o sabemos que no es posible y nos quedamos tristes e impotentes o simplemente lo aceptamos diciendo: Esto es lo que hay … – más el obligatorio suspiro. Siplemente reproducimos la cinta.
Pero aunque a veces no nos damos cuenta, tomamos decisiones sobre la calidad de nuestras vidas en cada minuto de nuestra existencia. Estas son pequeñas gotas en el océano de nuestra realidad, pero cada una es importante y cada una tiene un significado. Si creamos un ambiente amistoso y afectuoso, atraemos eventos y sucesos similares, pero si creemos que «no está mal, pero tampoco esta bien» o que el mundo está en nuestra contra, entonces atraemos eventos que apoyan nuestras creencias negativas.

Crear vida es siempre un proceso consciente, incluso si lo dejas sin corrección. Siempre hay un momento en el que tomas una decisión, incluso cuando, como dicen, «actúas automáticamente». En este caso, una vez ya tomaste esa decisión y hoy por hoy sigues viviendo así. Siempre, subrayo, siempre tenías que dar tu consentimiento con lo que «es». (pausa)
Sé lo que quieres decir y permítame decirlo primero: en estas consideraciones estoy eludiendo los sucesos que traen gran sufrimiento. Si bien están sujetos a las mismas leyes, son únicos y delicados por naturaleza, y permítame omitirlos en este artículo.

Okay. Lo entiendo. Sigue.

La diferencia entre dar forma controlada y deliberada al presente y dejar las cosas como están, es que en el primer caso tú decides qué es exactamente lo que quieres que aparezca en tu vida y continúas según lo que has decidido, y en el segundo simplemente tomas lo que es.

Me gustaría enfatizar que estoy lejos de criticar y favorecer cualquiera de los enfoques – creo que todos tienen su propia biografia y ​​todos, de acuerdo con la Ley del Libre Albedrío, pueden decidir cómo se debe ejecutar su vida. No solo eso, hay muchas personas que están completamente satisfechas con lo que está pasando en sus vidas y no ven motivos para intervenir :) La creencia de que todo funciona como debe y que todo es como debe ser, respaldada por un escrito adecuado en el Subconsciente, es suficiente. Porque tengo que mencionar una cosa más: el contenido que determina nuestra creación se guarda en el Subconsciente.